Hay sesiones que se sienten desde el primer clic. Y con Denia y Cristian fue justo así: fácil, auténtico, bonito.
Ellos están contando los días para el 7 de junio, la fecha marcada en rojo en su calendario. Ese día, en Finca el Cortijo, celebrarán su boda rodeados de quienes más quieren. Pero antes de ese gran momento, quisieron tener un recuerdo diferente, suyo, sin trajes, sin protocolos. Solo ellos dos, tal como son.
Y para eso nos fuimos a buscar lo que más se parecía a ellos: naturaleza, libertad, y un entorno que permitiera que todo fluyese con naturalidad.
No hicimos poses forzadas. No hubo guiones. Solo caminamos, reímos, compartimos, y nos dejamos llevar. Ellos fueron ellos. Y eso es lo que hace que una sesión brille: cuando no hay filtros, cuando las miradas no se ensayan, cuando la conexión es real.
El resultado fue una sesión preboda con mucho color, mucha luz y muchísima verdad. Un recuerdo precioso que ya forma parte de su historia. Una antesala de lo que está por llegar: una boda que promete emociones a flor de piel.
Y si esta sesión ya nos dejó el corazón lleno…no podemos imaginar lo que será el día de su boda.
Denia y Cristian: gracias por confiar, por fluir, por reír, por miraros como lo hacéis. Nos vemos muy, muy pronto… para seguir escribiendo juntos este capítulo tan especial.
¿Te gustaria saber si tenemos vuestra fecha disponible?