Preboda en Altea con Laura y Diego: una tarde mágica entre nubes, colores y emociones

No todas las historias empiezan con un cielo despejado.

La preboda de Laura y Diego en Altea fue una de esas sesiones que comienzan con una decisión difícil: ¿seguimos adelante o la posponemos por la amenaza de lluvia?

Como fotógrafo de boda en Alicante, he aprendido que muchas veces las mejores sesiones nacen justo de esos momentos imprevisibles. Y esta fue una de ellas.

El cielo estaba cubierto, las nubes iban y venían, y parecía que en cualquier momento podía estallar la tormenta. Pero Laura y Diego decidieron confiar, y yo con ellos. Continuamos con la sesión… y fue un acierto total.

Gracias a esa luz difusa y suave que solo aparece en días nublados, los colores en Altea se volvieron aún más intensos. Las fachadas blancas, las flores, el azul del mar, los adoquines… todo parecía más vivo, más auténtico. Esa atmósfera única le dio al reportaje fotográfico una fuerza visual espectacular.

Nos dejamos llevar. Paseamos por las calles del casco antiguo, charlamos, reímos, paramos donde nos apetecía. La sesión fluía sin esfuerzo. No había prisas, ni poses forzadas. Solo dos personas disfrutando de su momento. Y eso, se nota en cada fotografía.

Este tipo de sesiones de pareja naturales son las que más disfruto. Porque cuando se trata de capturar el amor, la complicidad y la conexión real, lo más importante es que la pareja se sienta cómoda, libre, y que pueda ser ella misma. Y eso fue exactamente lo que pasó con Laura y Diego.

Si estás planeando tu boda y te estás planteando hacer una preboda en la provincia de Alicante, lugares como Altea ofrecen un entorno perfecto: naturaleza, mar, historia, luz… y esa magia que ocurre cuando te permites vivir el momento sin preocuparte por nada más.

Como fotógrafo de bodas y también videógrafo en Alicante, mi objetivo es justo ese: ayudarte a vivir la experiencia y capturarla tal y como fue. Porque cada historia merece ser contada con verdad, con alma, y sin filtros.

Gracias, Laura y Diego, por dejarme ser parte de este recuerdo.

Y gracias, a todas las parejas que confiáis en mí, incluso cuando el cielo parece dudar.

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